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25 September 2009

Crisis (15): Nuevos Desequilibrios

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(NOTA: este es un proto-artículo en el que esbozo unas ideas para discusión. Todavía no he gastado tiempo en pulir el estilo lingüístico. ¡Sí! Ya sé que la palabra “desequilibrio” se repite demasiado, produciendo un cierto malestar cacofónico… pero eso ya será arreglado más adelante)

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Crisis (15): Nuevos Desequilibrios

La Buena noticia: Ben Bernanke dijo el otro día que “es muy probable que, técnicamente, los Estados Unidos ya hayan salido de la recesión”. La Mala noticia: acto seguido, dijo “pero dará la sensación de que la economía es débil durante bastante tiempo”. Mi interpretación: el crecimiento económico será diminuto, hay riesgo de recaída y, de momento, no se creará empleo.

¿Por qué es Bernanke tan poco optimista? Pues porque él sabe que los gobiernos de todo el mundo se enfrentaron a los grandes desequilibrios financieros y macroeconómicos que causaron la presente crisis, no corrigiéndolos sino creando… otros desequilibrios y eso es la antesala de una nueva crisis.

Desde mi punto de vista, hoy tenemos siete peligrosos desequilibrios. Primero, el monetario. Nada más empezar la crisis financiera, los bancos centrales imprimieron trillones de dólares para evitar la recesión. En situaciones normales eso hubiera causado una hiperinflación que no se dio porque la velocidad de circulación del dinero cayó en picado. Es decir, el dinero que se imprimía no acababa de circular. El problema es que, a medida que la economía se recupere, el dinero volverá a correr y si no se elimina todo lo imprimido durante la crisis va a venir la gran inflación. Habrá que ir quitando liquidez al sistema de una manera quirúrgica porque el dinero es como la pasta de dientes: es muy fácil sacarla del tubo pero es muy difícil volverla a meter porque para conseguirlo, se deben subir los tipos de interés y eso causa nuevas recesiones.

El segundo desequilibrio es el fiscal. Al ver la gravedad de la situación, todos los gobiernos del mundo abandonaron la disciplina fiscal y se lanzaron a malgastar cantidades ingentes de recursos. Resultado: déficits extravagantes que superan el 13% del PIB en Estados Unidos, el 10,5% en España y el 6,5% en la zona Euro. La OECD estima que la deuda alcanzará el 115% del PIB. A todo esto se une la jubilación de los baby boomers cuyas pensiones y gastos de sanidad no van sino a empeorar la situación fiscal. Lógicamente, esa insostenible voracidad tiene que acabar. El problema es que eso sólo se puede hacer subiendo impuestos o bajando gasto y ambas estrategias conducen irremediablemente hacia una nueva recesión. Habrá que ser muy creativo y tocar los impuestos que menos distorsionen y eliminar los gastos menos productivos.

El tercer gran desequilibrio es el internacional. Los déficits exteriores de algunos países (destacan Estados Unidos y España) son compensados por superávits gigantes de algunos países asiáticos (sobre todo China). La corrección de esos desequilibrios va a tener dos componentes. El primero va a ser una caída del dólar que puede ser paulatina y ordenada o catastrófica. Depende del banco central Chino. El segundo va a ser la tentación proteccionista. La semana pasada el Presidente Obama ya impuso aranceles a los neumáticos chinos, y China respondió con aranceles equivalentes a los pollos norteamericanos. De momento, la guerra comercial es poca cosa… pero que todo el mundo recuerde que lo que transformó la crisis del 1929 en la gran depresión de los años 30 fue el proteccionismo.

El cuarto desequilibrio es el financiero. El pánico inversor de finales de 2008 hizo que todo el mundo saliera de los mercados financieros y pasara a comprar lo único que parecía seguro: bonos del tesoro norteamericano que llegó a absorber el 80% del ahorro mundial… Trillones de dólares que no financiaban inversión productiva. Eso ya se está empezando a corregir y el dinero ya está volviendo a la bolsa. El problema es que si el retorno no se hace de manera ordenada, puede dar lugar a nuevas burbujas que, al explotar, causen nuevas crisis económicas. De hecho, una parte de la crisis actual se gestó cuando el dinero salió despavorido de la bolsa al reventar la burbuja puntocom y se refugió masivamente en los mercados inmobiliarios. De alguna manera, en 2008-2009 hemos pagado los errores de no solucionar bien la crisis del 2000. Que no nos vuelva a pasar lo mismo.

El quinto desequilibrio es el regulatorio. Los primeros diagnósticos que se hicieron de la crisis apuntaron (en mi opinión equivocadamente) a una falta de regulación del sistema financiero como la principal responsable. El resultado fue la aparición de los don quijotes del intervencionismo que quisieron regular, no sólo el sector financiero sino, ya puestos, el resto de la economía. ¡Algunos incluso querían “refundar el capitalismo”! Pero que el sector financiero norteamericano estuviera infra-regulado no quiere decir que el sector de la automoción en España también. La cordura debe volver pronto a los legisladores. Si no, corremos el riesgo de que el estado acabe asfixiando la recuperación.

El sexto desequilibrio es el sectorial. Países como España dependían excesivamente de unos pocos sectores (construcción, promoción inmobiliaria) que se han hundido y no tienen visos de recuperación. Para reequilibrar, no hay que caer en la tentación de que el estado escoja y subsidie unos sectores escogidos a dedo por el funcionariado. Al contrario, el estado debe poner las bases para que los innovadores decidan con su creatividad y su iniciativa, qué sectores van a tomar las riendas de la actividad económica.

Y el último desequilibrio es, lógicamente, el laboral. Los países con un rígido mercado laboral corren el riesgo de convertir el paro temporal causado por una crisis económica pasajera en una situación permanente para millones de sus ciudadanos. Si el mercado laboral no se flexibiliza, el ejército de parados de muy largo plazo puede acabar causando una inestabilidad social insostenible.

Nuestros intentos de salir de la crisis han causado siete grandes vulnerabilidades que amenazan el futuro de nuestras economías. Bernanke piensa que lo peor ya ha pasado. Quizá sí. Pero si queremos evitar la recaída, es imperativo que se corrijan los nuevos desequilibrios.

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INTRODUCTORY NOTE

Starting January 30, 2012, I decided to put the random (economic) thoughts that I was posting on Facebook, in a blog. In this site you will be able to read all Facebook notes going back to 2008, (without my Friend’s comments, unfortunately), but we will only maintain the new thoughts. If you want to check out the old comments, they are still posted on Facebook. If you want to comment on them, you have two options (1) Become a Facebook Subscriber. Since all the posts will also appear in Facebook, you will be able to comment there. (2) Comment on Twitter, as each post will also be announced in Twitter.

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