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10 October 2008

Crisis Economica (1): Donde Estamos

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La tormenta perfecta sigue su curso inexorable. Superadas las fases uno (caída del precio de la vivienda), dos (incremento de la morosidad de las familias subprime) y tres (crisis financiera por falta de confianza de los bancos y en los bancos), llegamos a la fase cuatro en que la crisis financiera se contagia al resto de la economía mientras las autoridades políticas y monetarias de todos los países del mundo intentan lo imposible para evitarlo.
Para entender por qué las intervenciones públicas parecen no surgir efecto, es importante volver atrás y preguntarse qué está pasando. Todo empezó en 2000 y 2001, cuando Alan Greenspan quiso salvar a la bolsa del colapso de las punto.com y redujo los tipos de interés desde 6,5% al 2,5% en menos de un año. El hecho de que los tipos de interés fueran tan bajos hizo que los bancos, que viven de prestar dinero a cambio de un tipo de interés, buscaran rentabilidad a base de prestar su dinero a a gente que pagara un interés superior, gente a la que hasta entonces nadie quería prestar. ¿Quiénes eran esas familias? Pues las familias “subprime” o “ninja” (no income, no job, no assets). Al tener un riesgo superior, esas familias tenían que pagar una prima de riesgo, aunque los bancos no pensaban que el riesgo fuera tan alto porque pensaban que el precio de las casas seguiría subiendo y, por lo tanto, en caso de morosidad, el banco se quedaría una casa de valor muy superior al crédito concedido.
Los bancos pensaban que eso podría ser un negocio, pero para ello debían multiplicar el volumen de negocio y debían inventarse maneras de reducir el riesgo. Y consiguieron hacer ambas cosas. Para “eliminar” el riesgo, los bancos se inventaron activos de ingeniería financiera muy sofisticados. Un ejemplo son los CDOs (“collateralized Debt Obligations”) que permite dar prioridad de cobro a diferentes partes de un activo. Por ejemplo, imagínense ustedes que un banco tiene 1000 hipotecas de 100 euros cada una y que cada hipoteca tiene una probabilidad de 95% de ser cobrada. Tradicionalmente, el banco vendía esas 1000 hipotecas en un paquete todas juntas a un precio de 950.000 euros. La alternativa que se inventan los bancos es que se venden 10 paquetes distintos con 100 hipotecas cada uno y con cada paquete teniendo diferentes grados de prioridad de cobro. El primer paquete tiene prioridad máxima: las 100 primeras hipotecas que se paguen, van a parar al propietario del primer bono. Lógicamente, ese bono inicial será muy seguro. Las empresas de tasación le van conceder AAA (que es la señal de que seguro que va a cobrar). El segundo tramo de 100 hipotecas será el segundo en cobrar. Como la probabilidad de que 200 familias devuelvan el dinero es casi del 100%, ese segundo tramo también tiene AAA. Y así sucesivamente hasta el último tramo, donde estarán los 5% de posibles morosos. A ese tramo se le llama ‘residuo tóxico’ y se vende a los inversores (que los hay), que tienen un especial apetito por el riesgo a un precio reducido.
Pues bien, el banco re-empaqueta sus hipotecas originales de esta forma y las vende a quien las quiera comprar. Para facilitar la compra, obtiene el seguro de una aseguradora (como Bear Sterns, Freddie Mac, Fannie Mae o AIG), que recibe un pequeño pago ahora a cambio de hacerse responsable en caso de que haya impagos generalizados.
El problema al que se enfrentaban los bancos es que la cantidad de créditos que podían conceder estaba limitado por la llamada regulación de Basilea que no permite que los créditos concedidos sobrepasen una determinada proporción del capital del banco. La regulación de Basilea, sin embargo, permite que los bancos creen unos fondos de inversión (llamados “conduits”) que les compren los créditos hipotecarios a los bancos. El “conduit” se queda con la hipoteca y el banco recupera el dinero, un dinero que puede ser prestado de nuevo a otras familias subprime. Y como la regulación de Basilea permite que la contabilidad del banco de y la “conduit” se haga separadamente, los bancos pueden prestar el mismo dinero centenares de veces, ampliando de esta manera el negocio del crédito hipotecario.
De esta manera, en pocos años se inundó el mercado de activos complicados que en el fondo solamente podían cobrar si las familias subprime pagaban sus hipotecas. Y las familias subprime debían pagar sus hipotecas porque el precio de sus casas debía subir por las nubes y harían todo lo posible por devolver una hipoteca baja a cambio de una casa cara.
El problema es que todo este castillo de naipes se podía derrumbar si los precios de las casas bajaba. Si una familia americana tiene que devolver un crédito de un millón para quedarse con una casa de un millón y medio, hará todo lo posible por devolver el crédito. Pero si la casa pasa a valer medio millón, lo mejor que puede hacer la familia es devolver la casa de medio millón y no pagar el millón entero. Y eso es lo que empezaron a hacer las familias subprime. Poco a poco la morosidad fue subiendo del 5%, al 10%, al 15%, y hasta al 18%. De repente todos, los activos que se habían creado bajo el supuesto que la morosidad sería del 5% dejan de tener valor (cosa que hace que las empresas aseguradoras se ven obligadas a pagar el dinero que las familias no devuelven y empiezan a hacer quiebra) y esto tiene tres implicaciones devastadoras. Primero, los bancos no se fían de otros bancos (porque no saben quién tiene esos activos que no se van a devolver y que por lo tanto no tienen valor) y no quieren prestarse dinero por si las moscas. Pero si no hay préstamo, no hay negocio bancario por lo que las pérdidas se empiezan a acumular. El pánico se apodera del sector y las cotizaciones de bolsa empiezan a bajar, haciendo que el valor del capital de los bancos caiga en picado. Y aquí vuelve a entrar la regulación de Basilea que obliga a los bancos a que los créditos concedidos no sobrepasen una determinada proporción del capital: como el capital baja, los bancos se tienen que vender sus activos. El problema es que los tienen que vender en un momento en que valen poco, lo cual amplifica sus pérdidas y, por lo tanto, su cotización en bolsa, cosa que les obliga a vender un poco más, cosa que genera más pérdidas. Y así, la bola de nieve se agranda hasta convertirse en pánico bancario.
Segundo, el hecho de que los bancos no se presten entre ellos, hace que el tipo de interés interbancario (el Euribor) se dispare. Eso perjudica a las familias normales (no subprime) de todo el mundo, que tienen sus hipotecas indexadas al Euribor. Tercero, los bancos no sólo no prestan a otros bancos sino que no prestan a empresas no financieras: de repente empresas del automóvil, farmacéuticas, tecnológicas o de distribución no pueden realizar las inversiones previstas con lo que tienen que empezar a reducir su ámbito de negocio y despedir a trabajadores. Lo que empezó como una crisis hipotecaria del sector subprime, pasó a ser una crisis financiera y ahora amenaza de convertirse en una recesión económica real. De momento, aquí es donde estamos.


NOTA PARA AMIGOS DEL CARALIBRO: Este articulo tiene 6500 letras y debe ser recortado a 5500 de manera que no podre incorporar demasiados conceptos mas. Si teneis sugerencias sobre donde hacer recortes, bien. Si teneis sugerencias para como deben ser la segunda y tercera parte, tambien... (la idea actual es que la segunda parte compare la crisis actual con a gran depresion y la tercera parte evalue las diferentes propuestas de solucion: el plan Bush A, el plan Bush B, los recortes de tipos, el laissed faire, la extraregulacion, etc, etc)

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INTRODUCTORY NOTE

Starting January 30, 2012, I decided to put the random (economic) thoughts that I was posting on Facebook, in a blog. In this site you will be able to read all Facebook notes going back to 2008, (without my Friend’s comments, unfortunately), but we will only maintain the new thoughts. If you want to check out the old comments, they are still posted on Facebook. If you want to comment on them, you have two options (1) Become a Facebook Subscriber. Since all the posts will also appear in Facebook, you will be able to comment there. (2) Comment on Twitter, as each post will also be announced in Twitter.

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