El discurso del PP catalán (y su corte presuntamente liberal) criticando la tasa hotelera de 1-3 euros la noche con el argumento de que esa tasa “se va a cargar”el motor del crecimiento económico (es decir, el sector turismo), me parece un discurso incorrecto, incluso desde el punto de vista liberal.
Primero, esos que ahora critican la “tasita turística” son los mismos que hace unos meses predicaban que la reducción de impuestos era la mejor manera de aumentar la recaudación y reducir el déficit y que después no han dudado en aplaudir acríticamente la indecente y espectacular subida del IRPF que su partido aprobó hace unas semanas. ¿Alguien me puede explicar por qué es mejor subir el IRPF que poner una tasa de pernocta hotelera?
Segundo, es verdad que en un mundo teórico y sin gobierno, la mejor tasa impositiva sobre todos los productos es cero. Pero esa discusión de liberal de libro de texto teórico no está sobre la mesa. Los impuestos no pueden ser cero. No deben ser cero. El estado debe recaudar impuestos de algún sitio, entre otras cosas porque debe pagar el gasto público que va a hacer y, sobre todo, debe pagar las deudas que tiene con los bancos y con los ciudadanos (pensiones de futuro). No hay ningún liberal que proponga que el estado no cumpla sus compromisos contractuales por lo que, al menos las deudas, se deben pagar y, por lo tanto, al menos algunos impuestos se deben recaudar. La pregunta que un partido liberal como el PP debe hacer es: dado que debemos recaudar X, ¿cuáles son los impuestos que menos distorsionan? La respuesta que enseñamos a los estudiantes de economía nos la dio Frank Ramsey en 1927: debemos poner impuestos en las actividades que sean menos elásticas. Es decir, debemos poner impuestos elevados sobre productos de los que la gente “no se puede escapar” (ejemplos son la gasolina, el alcohol o el tabaco). En ese sentido, yo no he visto ningún estudio que diga que lo óptimo sea aumentar el IRPF de manera progresiva hasta un total de 6 puntos porcentuales y no gravar en absoluto a los hoteles. Si alguien ha visto ese estudio, por favor enviádmelo inmediatamente.
Tercero (y relacionado con la elasticidad del turismo): dicen los portavoces del PP que una tasa de 1-3 euros por noche va a arruinar el sector. Es decir, argumentan que si el precio sube en 3 euros, los turistas van a desaparecer -elasticidad elevada- cosa que va a arruinar el sector. Eso no es verosímil. Y quien haya viajado por el mundo sabe que no es verosímil. Primero, porque cualquiera que haya viajado por el mundo (y eso incluye Catalunya) se habrá dado cuenta que una Coca Cola en un minibar de cualquier hotel vale más que esa tasa hotelera de 1-3 euros. Si realmente los hoteles piensan que la elasticidad es tan alta, podrían atraer a millones de turistas extra simplemente rebajando 3 euros la noche. No lo hacen. Señal de que ellos saben que la elasticidad no es tan alta.
Y segundo, hay muchas ciudades del mundo que tienen tasas de pernocta mucho más altas de las que se están discutiendo ahora en Catalunya y eso no ha arruinado al sector. Sin ir más lejos, en la ciudad donde vivo, New York (*), los hoteles pagan los impuestos de consumo habituales y además, pagan unas tasas de pernocta que va entre 50 céntimos la noche más 5.875% del precio para hoteles de menos de 10 dólares la noche hasta 2 dólares más el 5.875% del precio para los de más de 40. Un hotel de 150 dólares la noche (si uno tiene la suerte de encontrarlo porque la mayoría cuestan más del doble!) acaba pagando unos 10 dólares (¡10 dólares!) por noche de tasas hoteleras. Todo el mundo sabe que eso no ha impedido que New York sea, después de Paris, el primer destino turístico del mundo. Por lo tanto, eso de que la tasa hotelera va arruinar el sector es un mantra que le va muy bien al lobby hotelero pero que los ciudadanos y los analistas imparciales debemos ignorar.
Es más, la elascticidad del turismo al precio las habitaciones no es una constante caída del cielo. Depende en gran medida de lo atractiva que sea la ciudad y de lo atractivo que sea el hotel. Catalunya debe trabajar duro en ofrecer unos servicios competitivos y atractivos a los turistas. Si lo hace, los turistas no van a dejar de visitar Catalunya porque el precio de la habitación es un euro o tres euros más caro.
Insisto, en un mundo ideal donde el gobierno hace las funciones que le pertocan, los impuestos, todos los impuestos, deberían ser casi nulos. Pero el mundo en el que vivimos el gobierno tiene unas obligaciones contractuales que, al menos a corto plazo, va a tener que satisfacer. Y ante esa situación, la pregunta que uno se debe hacer es cómo financiar ese dispendio de la mejor manera posible. Es posible que lo óptimo sea, como dice el PP, poner una desmesurada carga adicional sobre el IRPF de los ciudadanos, una sobrecarga sobre la gasolina, el tabaco y el alcohol y no poner ningún recargo sobre el poderoso lobby hotelero. Es posible. Pero si lo es, me gustaría que el PP me indicara donde puedo encontrar el estudio que lo demuestra.
(*) http://www.nyc.gov/html/dof/html/business/business_tax_hotel.shtml